Azimuth-42

Revista Azimuth 42: 9-44, ISSN: 1659-2948 / 2020- ACTUALIDAD 23 Ya entonces se relacionó la incidencia de una enfermedad con las causas ambientales de un territorio para poder atribuir las causas de una epidemia. El Dr. John Snow determinó la causa de la epidemia por cólera en Londres el año 1854 mediante el estudio de la distribución espacial de los enfermos. Este fue un temprano ejemplo de análisis geográfico. La epidemiología es la ciencia que estudia la frecuencia de la aparición de la enfermedad y sus determinantes en la población. Su interés se centra en la población, para conocer quién se enferma, dónde enferma y cuándo enferma, como pasos necesarios para llegar a conocer el porqué de la distribución del fenómeno y la aplicación de este conocimiento al control de los problemas sanitarios. Laubicacióngeográficaesunavariableexplicativa importante, ya sea porque refleja un elemento de riesgo determinado ambientalmente o porque las personas con atributos de riesgo similares viven juntas, por lo que el riesgo varía de un lugar a otro. No podemos hablar de los orígenes de la aplicación de los SIG, sin hablar de salud. “Los SIG son muy útiles para el es- tudio de la asociación entre me- dio ambiente, localización y enfer- medad debido a su capacidad de análisis y de visualización de da- tos. Aportan numerosas ventajas a la práctica para la planificación y la investigación en salud pública. Aumentan la posibilidad de identi- ficar focos de enfermedades y re- lacionarlos con variables sociales, culturales o ambientales. También permiten identificar los grupos de alto riesgo mediante la localización de los espacios más vulnerables, por lo que respecta a la composi- ción social de la población o la ca- pacidad del servicio público para dar respuesta sanitaria a una de- terminada enfermedad”, aseveró el experto. Con la Covid19 las pandemias han pasado a ser un riesgo colocado en el primer plano. Los sistemas de información geográfica son una excelente herramienta para analizar los datos y tomar decisiones que ayuden a frenar su aparición y expansión. Las aplicaciones están aquí y son utilizables, pero se necesita revolucionar los métodos y el alcance de los datos en un aspecto tan delicado como la salud, donde la frontera entre lo privado y el bien común se difumina propiciando un ambiente de control personal y social y de reducción de la libertad individual y colectiva.

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