Azimuth-43

INFOCIT - Revista Azimuth 42: 7-26 , ISSN: 1659-2948 / 2021 22 Por: M.Sc. Stephanie Hernández Aguilar Periodista shernandezag@gmail.com Guarda como un invaluable tesoro en su memo- ria su época de infancia y juventud, entre la sen- cillez que solo el campo da. “Mi infancia fue muy sencilla. Nunca nos faltó nada, pero tampoco nos sobró. Lo que siempre tuve en abundancia fue contacto con la naturale- za y eso me dio mucha felicidad”, recuerda. Precisamente, ese contacto con espacios abier- tos y naturales fue creciendo conforme llegaba a su adultez y fue clave para su desarrollo pro- fesional. “Vivo aquí donde nací, en San Gabriel de Aserrí. Al ser una zona rural está uno en la pura natura- leza, entre cafetales; sentir esa libertad y tranqui- lidad que la ciudad no tiene. Eso es justo lo que tiene la Topografía: a mi me encanta esa parte de Catastro que es andar en trabajo de campo”. Los cafetales de Aserrí son el lugar favorito del Ing. Franklin Padilla Monge De constructor a topógrafo Como a muchos jóvenes les sucede, don Franklin no sabía qué carrera elegir al salir de la secun- daria. Sin embargo, tenía muy claro que sería un área 100% de números y análisis matemático. Fue así como realizó las pruebas de ingreso co- rrespondientes a las tres universidades estatales de su interés: Universidad de Costa Rica (UCR), Universidad Nacional (UNA), Instituto Tecnológi- co de Costa Rica (TEC). Para su fortuna, logró aprobar en los tres centros de estudio superior; no obstante, no tenía claro qué Ingeniería escoger, por lo que tomó la deci- sión de congelar la matrícula y trabajar un año con su padre como constructor. Durante este tiempo, pudo constatar el arduo e importante trabajo que este gremio realiza, pero también le permitió decidir ingresar a la universidad.

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