Table of Contents Table of Contents
Previous Page  42 / 52 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 42 / 52 Next Page
Page Background

TOPOMUJER

- Revista Azimuth 34: 41-43, ISSN: 1659-2948 / 2017

42

Palabras clave:

Líneas de Transmisión, mujer,

electricidad, altura, riesgo,

estructura

Key words

Transmission Lines, female,

electricity, height, risk structure

RESUMEN

La Ing. Carolina Rodríguez es de las pocas Ingenieras

Topógrafas que trabaja en Líneas de Transmisión. Este tipo de

trabajo es de suma importancia para el país porque se trata

de la instalación de estructuras para poder hacer el trasiego

de la electricidad a los hogares, instituciones e industrias del

territorio nacional.

ABSTRACT

Eng. Carolina Rodriguez is of the few topographic

engineers working on Transmission Lines. This type of

work is very important for the country because it deals

with the installation of structures to transfer electricity to

homes, institutions and industries in the country.

Por: M.Sc. Stephanie Hernández Aguilar

Periodista

shernandezag@gmail.com

Ing. Carolina Rodríguez Zamora

Vive, literalmente, en las alturas. Su trabajo como Ingenie-

ra Topógrafa, del Departamento de Líneas de Transmisión

y Campos Electromagnéticao del Instituto Costarricense

de Electricidad (ICE), la ha llevado a subir torres de más

de 30 metros de alto.

Flechado de conductores de alta tensión, nivelaciones de

bases de estructuras de transmisión, replanteo de sitios

y montaje de propiedades para adquisición de servidum-

bres, son parte de las labores que ejecuta esta joven de

34 años.

“Este tipo de trabajo es de suma importancia para el país

porque se trata de la instalación de estructuras para po-

der hacer el trasiego de la electricidad generada en las

plantas hidroeléctricas, eólicas y geotérmicas para las

subestaciones y, posteriormente, a los hogares e indus-

trias costarricenses”, explica Carolina.

Aunque ya son 9 años trabajando entre las líneas de

transmisión del país, esta vecina de Cartago no termina de

acostumbrarse a la adrenalina y al constante riesgo que

envuelve su labor.

Nunca olvida la primera vez que tuvo que subir: “No sabía

a lo que iba. En aquel momento me enfrenté a dos retos:

subir y llegar entera arriba; luego, aprender a hacer el tra-

bajo bien, mientras uno está, prácticamente, guindando”.

En medio de la proeza de subir los peldaños de la estruc-

tura, Carolina carga consigo equipo topográfico pesado

y artículos de valor que debe ir custodiando para que no

caigan al suelo. Esta es, según ella, una de las partes más

complejas de su trabajo.

“Definitivamente, uno como mujer la tiene más difícil en

este tipo de labores porque se debe utilizar mucha fuerza

física; además, llevo un arnés que pesa 10 kilos, más los

instrumentos topográficos”.

El cúmulo de peligros se refleja también en la visita de las

avispas, que, comúnmente, construyen sus colmenas en

este tipo de estructuras.

“Subiendo una torre, me topé con una colmena. Solo me

quedé paralizada para evitar que alguna avispa me picara,

porque sabía que eso me iba a obligar a soltarme. Eso es

de las cosas más peligrosas que uno se puede encontrar

allá arriba”, asevera.

La costumbre de ejecutar un trabajo ocasiona, muchas

veces, que se cometan omisiones propias de la labor. A la

Ing. Rodríguez le ha ocurrido.