Revista Azimuth, Colegio de Ingenieros Topógrafos de Costa Rica -15-
“Con 16 años, estando en el colegio, iba los fines de
semana como portamiras a ayudarle a Martín Chaverri
Roig (quien fue Director de Catastro) y, su primo, Rafael
Roig Vargas. Ahí podría decirse que di mis primeros
pasos”, recuerda el Sr. Guillermo Durán Morales.
Pese a este antecedente don Guillermo Durán Morales
ingresó a la Facultad de Agronomía de la Universidad
de Costa Rica (UCR), donde permaneció dos años.
El tercer año de carrera lo cursó en la Universidad
Agronómica de Chapingo enMéxico, hasta que decidió
cambiarse a Topografía. Era la década de finales de
los 60, época en la que el país carecía de ingenieros
topógrafos por lo que el Estado empezó a impulsar
becas para fomentar el estudio de esa profesión.
Esta oportunidad fue aprovechada por el Sr. Guillermo
Durán Morales, quien regresó a tierras costarricenses,
donde se convirtió en Perito Topógrafo, de la UCR y
rápidamente empezó a escalar peldaños profesionales.
Don Guillermo Durán Morales recuerda con
nostalgia la época en la que le tocó desempeñarse
profesionalmente: “Era muy distinto: no había
carreteras ni medios de comunicación como los que
hay ahora. Los caminos de acceso no eran fáciles y
eso dificultaba y hacían más complejas las giras de
trabajo”, recuerda este hombre de 79 años.
En 1956 empezó a trabajar en el Instituto Geográfico
Nacional (IGN) donde recibió cursos de capacitación
sobre fotointerpretación y clasificación de campo,
impartido por técnicos del ejército de los Estados
Unidos en Fort Clayton, Zona del Canal de Panamá.
Posterior al IGN, don Guillermo Durán Morales laboró
en la oficina de Diseño Vial del Ministerio de Obras
Públicas y Transportes (MOPT) en 1960.
Tras su paso en el MOPT, pasó a ALCOA (Aluminum
Company of America), empresa que pretendía explotar
los yacimientos de bauxita en la zona sur del país y
que se ha convertido en una de las luchas sociales más
emblemáticas en Costa Rica.
En 1970, el gobierno de José Joaquín Trejos aceptó
la propuesta de la compañía y envió un contrato de
ley a la Asamblea Legislativa, órgano que lo aprobó;
esto provocó una revuelta nacional. En principio
los habitantes de San Isidro del General pusieron
resistencia, pero luego el grupo opositor se extendió
hasta involucrar un movimiento estudiantil. Finalmente
el presidente Trejos dio marcha atrás a la adjudicación
de ALCOA y el proyecto tuvo que ser archivado.
Por esta razóndonGuillermo DuránMorales se trasladó
a la empresa Mexicana Protexa en la construcción del
muelle 70. Concluida la obra, regresó al MOPT, a la
Dirección de la Carretera Interamericana.
“Era una vía que estaba en lastre y se pretendía
pavimentarla y mejorarla notablemente”.
Fue así como este profesional empezó a destacarse en
diferentes firmas privadas de ingenieros y arquitectos,
donde llevó a cabo importantes iniciativas para el
desarrollo de carreteras nacionales.
El liderazgo y aporte de don Guillermo Durán Morales se
ha visto reflejado en la Comisión Permanente de Ejercicio
Profesional y Comisión Marítimo Terrestre del Colegio
de Ingenieros Topógrafos (CIT), a las que pertenece.
“Se siente tan bien saber que contribuí de alguna manera
en la planificación y construcción de muchas carreteras
del país; sentirse útil en beneficio de nuestra patria es
muy satisfactorio”, comentó Guillermo Durán Morales.
Respecto a los retos de la ingeniería topográfica,
Guillermo Durán Morales, comenta que es necesario
que desde las aulas universitarias los futuros
profesionales conozcan la historia de la carrera: “Es
impensable que haya muchachos que ni siquiera
saben cómo se ejerció la profesión y toman planos de
los años 60 y no saben cómo se hicieron; qué aparatos
se emplearon; quiénes los hicieron…”.
También aseguró que desde las aulas universitarias, los
futuros profesionales deben conocer la parte jurídica de
la profesión, sobre todo para quienes ejercen la profesión
liberalmente, para los topógrafos que visan planos en
los municipios, para los profesionales en topografía
del Catastro (jefes, registradores y coordinadores de
proceso) y topógrafos del catastro municipal.
“Es de suma importancia para quienes
presentamos planos para su inscripción en
el catastro y visado en las municipalidades,
que exista una unidad de criterios entre
profesionales”, Guillermo Durán Morales
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