Revista Azimuth 30: 40-42, ISSN: 1659-2948 / 2016 -
TOPOMUJER
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Historia de esperanza
“Ser Ingeniera Topógrafa y discapacitada es realmente difícil”. Estas palabras describen parte de la realidad que ha
acompañado a la Ing. Rosa Isella Umaña en sus 35 años de vida.
A los 5 años fue diagnosticada con Esclerodermia (fue el primer caso registrado en el país), un mal en el que el sistema
inmunológico produce colágeno en exceso, endureciendo los tejidos conectivos de los órganos del cuerpo, por supuesto,
incluyendo la piel.
El endurecimiento provoca que no haya microcirculación y que la sangre llegue con dificultad a los órganos, generando
así otros males que pueden llegar a ser mortales.
La tenacidad, disciplina y apoyo incondicional de su familia han sido las piezas fundamentales que la han empujado en
ese engranaje al éxito.
Nacida el 27 abril de 1980 en Heredia, Rosa Isella es la menor de cuatro hermanos. Se llena de orgullo al hablar de sus
sobrinos, a quienes llama sus “hijos adoptivos”; sin embargo, sus ojos le brillan y la emoción se le desborda al referirse
a Jailyn, su sobrina especial de 19 años.
“Ella es una niña especial; no habla ni camina. Es tan luchadora; siempre está feliz, de buen humor. Ella es mi inspiración,
mi motor y mi ejemplo para salir adelante”, afirma esta joven, mientras un suspiro le corta la respiración.
Carrera profesional
Su vida laboral la empezó a construir en laMunicipalidad de San José, donde después de efectuar la práctica profesional,
le ofrecieron un puesto permanente en el Departamento de Hidrología. Adicionalmente, realizaba trabajos específicos
con la empresa Geotecnologías.
“Después de un tiempo, pedí permiso sin goce de salario para irme a trabajar tiempo completo a Geotecnologías,
en la conformación del Mapa Catastral, como parte del Programa de Regularización de Catastro y Registro (PRCR).
Posteriormente, me fui a la empresa Geoingeniería; sin embargo, regresé a laMunicipalidad de San José, pues la enfermedad
se agravó y tuve que someterme a exámenes más fuertes… incluso a quimioterapia”, relata la Ing. Umaña.
Además de enfrentar con ímpetu la Esclerodermia y la Fibromialgia (recién diagnosticada), Rosa Isella, al igual que
muchas de sus colegas, ha tenido que luchar con los estereotipos que acompañan a la mayoría de las Ingenieras
Topógrafas en el ejercicio de la profesión.
“En una ocasión, en la Municipalidad de San José, cuando entré a la cuadrilla de Ingeniería, viví momentos muy
incómodos. Para los trabajos que la Muni estaba haciendo en el campo ferial de Zapote, me tocaba hacer la distribución
y recuerdo que cuando me tocaba indicar la ubicación de los contenedores, los compañeros me ignoraban; literalmente
no existía para ellos. Hasta que llegó mi jefe y les dijo que debían escucharme porque yo era la encargada”, comentó la
Ing. Umaña.